Y allí, estábamos los
dos. Más jóvenes, más bellos, más rebeldes que nunca. Con ese aliento caliente recorriendo cada
centímetro de mi cuerpo. Mis manos buscaban sus manos. Su piel buscaba mi
piel. En una noche, las horas se
escapaban de nuestros dedos, y consiguió robarme la inocencia con cada beso.
Estábamos sólo los dos. Fuego con fuego ,hielo con hielo. Sólo ocultos bajo
nuestros sentimientos. Claro que sabría que no le volvería a tener entre mis
brazos. Que entro en mi vida destinado a salir de ella. Entendí desde el primer
momento, que me costaría el sueño de grandes noches. Comprendí que se iría con
la luna, a pesar de ser la luz de mis días. Claro que supe desde el primer
momento, que ese amor que se enredaba entre mis cuerdas vocales, me haría aún
más presa de sus huesos; pero fue ese brillo en sus ojos, ese andar inquieto
,esa promesa caída del cielo, lo que hizo que por una noche nos olvidáramos del
mundo y fuéramos eternos...
6 comentarios:
que entrada más bonita, me encanta!
si es que despedirse no sirve para nada... es mejor aprobechar cada minuto
saludos de la chica de los chicles(:
http://sonrisasfragilesdecristal.blogspot.com.es/
Me siento así cada segundo que estoy a su lado, y tengo miedo porque sé que cuando termine el verano él se volverá a ir y yo me quedaré aquí echándole de menos (estudia lejos y lo veo bastante poco)pero después me doy cuenta que no me hace falta que se vaya mucho tiempo para echarle de menos, y quizá de eso trata de volvernos eternos cuando estamos juntos y de sufrir el resto del tiempo...
Un besazo preciosa, y cuídalo puede que no dure siempre, pero que sea genial mientras dure <3
Es mejor, aun qué sea, tenerlo junto a ti unos segundos:).
Hermosa entrada, me E N C A N T A como describes cada situación♥.
Besazos!
hermosa! una entrada muy hermosa! me encanto! :D
El amor mata, pero también es lo único que nos hace trascender. Me quedo con ello. Precioso blog, un abrazo enorme.
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